Las imágenes y la temática se plantean desde la complejidad de lo que aúna mucho y es muy heterogéneo a la vez. Una acción que invita al malentendido de forma continua como forma de relacionarse con la creación artística. Una invitación a adquirir “conciencia de movimiento a través de lo inamovible".

Lo “inamovible” proviene de la experiencia corporal extrema de “ficticiamente” atravesar un apocalipsis (una inundación). YOUNGER DRYAS es el tiempo de la tierra cuando la última edad de hielo se derritió rápidamente y es la primera imagen evocada en la performance. Como en la vida, lo que nos mantiene vivos sería “una especie de electricidad húmeda que recorre nuestros cuerpos” que este caso, emerge mediante la transformación de un elemento físico, con características materiales inequívocas que lo dotan de un aspecto concreto y también de una simbología marcada en un objeto extraño interpretable e ininterpretable a la vez.
 

Rodrigo Sobarzo se inició profesionalmente en las artes vivas a partir del 2001 con la puesta en escena de la controvertida obra Prat de Manuela Infante. Durante sus estudios en la School for New Dance Development en Amsterdam y su estancia como artista en residencia en la Jan van Eyck Academie de Maastricht indaga en maneras híbridas (no directas) de comunicación. En años recientes ha profundizado en la dramaturgia del sonido en relación a una cultura inmediata-fugaz en emergencia constante en oposición a la burocracia y sus tecnicismos. Su trabajo busca envolver al espectador en una introspección visual como resultado de restar activamente la importancia de lo humano en su desempeño artístico. Su trabajo ha sido producido por Veem House for Performance (Holanda), workspacebrussels (Bélgica) o por Skogen (Suecia).