Europa ss. VI-XIV. Del canto visigótico a la escuela de Notre-Dame

Schola Antiqua
Lumen
08.05.2024

19:30 h
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Es aconsejable llegar al edificio con tiempo suficiente. Una vez iniciado el concierto solo se permitirá el acceso a la sala entre temas.

Auditorio

Entradas: 7 €

Con el objetivo de vincular la actividad musical con el resto de programación que se desarrolla en el centro, que acoge hasta julio la exposición dedicada a Notre-Dame de París y es sede permanente del Centro de Interpretación del Paisaje de la Luz, este ciclo propone un viaje entre los intercambios musicales de dos ciudades que cuentan con hitos de Patrimonio Mundial, París y Madrid, entre los siglos XII y XVIII.

08.05.2024, 19:30 h
Europa ss. VI-XIV. Del canto visigótico a la escuela de Notre-Dame
Schola Antiqua
Director: Juan Carlos Asensio

Programa

Ad processionem: Deus miserere

Canto Visigótico (ss. VI-XI)
Dies mei transierunt 
Memorare Domine
Sinite parvulos
Corpora sanctorum

Galia & Roma (ss. VIII-IX)
Tenebræ factæ sunt 
Media vita
Cunctipotens genitor Deus 
Te Deum laudamus 
Rex cæli Domine

La Italia de Guido d’Arezzo (s. XI)
Musicorum et cantorum
Ut queant laxis 

Transferencias Galia – Hispania: Códex Calixtinus (s. XII)
Ad sepulchrum beati Iacobi 
Rex inmense, Pater piæ 
O adjutor omnium sæculorum
Congaudeant catholici

París-Castilla-París: Del códex Madrid al códex Las Huelgas (ss. XIII-XIV)
Alleluia. Christus resurgens + Mors a 4v
Isaías cecinit 
Salve porta/Salve salus/Salve sancta parens. Motete a 3v
Rex virginum amator Deus
Benedicamus Domino cum cantico


"En el mundo actual hemos hecho nuestra la palabra “globalización” pensando que es algo muy de nuestros tiempos, sin pensar, por ejemplo, que hubo un momento en la Europa occidental en la que, a menor escala geográfica, se dio un fenómeno de ignoró las fronteras. Ese fenómeno vendría de la mano del canto y de la liturgia. En efecto, tras unos primeros siglos en los que el occidente latino era un mosaico de ritos -escucharemos una primera sección con piezas de nuestro rito autóctono, el canto visigótico, conocido más tarde como mozárabe y suprimido oficialmente a finales del s. XI- a mediados del s. VIII surge en la Galia de los francos un nuevo repertorio que intentará imponerse a ese mosaico previo y que en el futuro se conocerá como canto romano-franco o, más coloquialmente, como canto gregoriano. La hipótesis más difundida sobre la formación de este nuevo repertorio es la hibridación del repertorio de la Galia con el repertorio de Roma. De esa mezcla surgirá una música capaz de ordenarse melódicamente -surgirán con ella los modos- capaz de manipularse horizontalmente creando nuevos procedimientos -los tropos, como el kyrie Cunctipotens – o la polifonía, al principio con la duplicación de una melodía al grave o al agudo en un intervalo consonante -Te Deum en organum paralelo- o con ligeras modificaciones -secuencia Rex cæli- y que a la larga será una de las marcas de la música occidental. Este será el repertorio que a la larga se impondrá en casi todo Occidente.

En ayuda del aprendizaje de las melodías y de esos nuevos procedimientos, el genio latino creó un sistema de escritura musical muy eficaz, pero que confiaba en la memoria para el aprendizaje y transmisión de las melodías. Será en la Italia de comienzos del s. XI donde, a través de las enseñanzas del monje Guido d’Arezzo, se creará un sistema de escritura que permitirá leer la música sin haberla escuchado antes, con solo leerla. Una auténtica revolución solamente comparable a la aparición de la propia escritura como transmisora de los textos. Gracias a ese sistema que fue perfeccionándose y que será la base de la notación musical de los siglos siguientes hasta llegar a nuestros días, se crearon y difundieron piezas que hoy forman parte de los más grandes monumentos de la historia de la música y de la cultura medievales como el Códex Calixtinus, manuscrito del s. XII que recoge todo lo necesario para justificar el culto y la peregrinación a Compostela, via la Galia, precursor con ello de formas y estilos de lo que conocemos como la Escuela de Notre-Dame, vinculada, aunque no solo, a la catedral parisina que enseguida se difundió tal y como aseguran las fuentes por Inglaterra o Hispania asegurando que la globalización se extendiera no solamente al campo de la monodia litúrgica, sino también, al de la más elaborada polifonía. En el Calixtino y en su apéndice con 22 piezas a barias voces, encontramos la primera composición a 3 voces reales de la historia de la música occidental -Congaudeant catholici- atribuída en el propio manuscrito a magister Albertus, cantor en París y por ello predecesor de Leonín y Perotín.

París irradió un nuevo estilo de composición con música elaborada hasta para 4 voces autónomas -clausula Mors- que se transmitió fundamentalmente por escrito -aunque la práctica oral continuaría durante siglos. De entre las fuentes que conservamos con música de ese período tenemos una a solamente unos pasos del lugar en el que nos encontramos: el conocido como códice de Madrid -no confundir con el homónimo códice de Leonardo da Vinci- copiado a comienzo de la segunda mitad del s. XIII en algún lugar de Castilla y que tras su paso por la catedral de Toledo se conserva desde mediados de 1869 en la Biblioteca Nacional. La difusión del repertorio parisino fue rápida. La escuela musical surgida de entre los muros de la catedral dedicada a Nuestra Señora y de los monasterios cercanos, con la ayuda de la teoría musical impartida en la universidad, traspasó fronteras -otra globalización- difundiéndose rápidamente a muchos otros lugares. En Hispania buena prueba de ello es no solamente el manuscrito de Madrid, sino el códice de Las Huelgas, uno de esos raros ejemplares que todavía se conservan en el lugar para el que fueron copiados, el todopoderoso monasterio femenino cisterciense de Santa María La Real de Las Huelgas en Burgos. Muchas de sus músicas -entre las que podremos escuchar hoy en el último bloque precedidas del repertorio parisino- aunque de producción hispana, se inspiran directamente en los procedimientos surgidos de la escuela parisina, con sus técnicas innovadoras como la politextualidad - Salve porta/Salve Salve salus/Salve sancta parens- todo un reto para los cantores y para los oyentes. Tradición obliga".

Juan Carlos Asensio


Fundada en 1984 por don Laurentino Sáenz de Buruaga, Schola Antiqua se dedica al estudio, investigación e interpretación de la música antigua y el canto gregoriano. Ha actuado en numerosos festivales en Europa, Estados Unidos, Centroamérica, Oriente Próximo y Japón. Su director, Juan Carlos Asensio, estudió en la Escolanía de Santa Cruz del Valle de los Caídos y en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Dirige Schola Antiqua desde 1996, además de escribir para revistas especializadas, imparte clase de musicología y dirige el programa de Radio Clásica “Sicut Luna Perfecta”.

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