El sonido, la musicalidad, la voz, la melodía, el texto dicho y el ruido, que rivalizan y acompañan a la presencia corpórea, son centrales en las performances que conforman Frecuencia Singular Plural. Un ciclo dedicado a las artes visuales vivas, comisariado por María Montero Sierra, que concentra su programación con la presentación de dos trabajos nuevos al mes y la exposición, entre sesiones, de una de las dos intervenciones. La doble dimensión performática y plástica de las obras define así el formato y ritmo del programa.

Ana Guedes. Untitled Records, 2016
La música lleva una impronta personal e histórica que marca el ritmo del propio cuerpo, pero más aún que explosiona en su capacidad de transportar psicológicamente a un momento y un lujar fijo. Untitled Records indaga en la plasticidad musical gracias a un sofisticado sistema de tocadiscos de más de una aguja diseñados por Guedes.

Revisitar significa distorsionar, repetir es construir de nuevo, y hacerlo desde tiempos simultáneos, los de ahora y los del pasado, es el campo de acción de su performance. Supone la activación de un recorrido histórico con referencias a la descolonización portuguesa de África, y personal, con la emigración de la familia de la artista y su viaje desde Angola, a Portugal y Canadá.

La música que acompaña el viaje conforma una biblioteca de vinilos heredada, un registro sonoro donde la música pop y de protesta, se entremezclan. Guedes abre un capítulo de esa historia con cada vinilo que interviene y que escoge de acuerdo a las fechas simbólicas que marcan este viaje histórico y personal que se funden en un ahora con el objetivo de descubrir esas raíces no narradas.

Laia Estruch. Moat. Structure III, 2017
La performance Moat III sitúa a la artista Laia Estruch en un juego de resistencias entre dos cuerpos: el suyo guiado por la voz y el hinchable transitable. Inspirado en las tipologías de los parques infantiles, Estruch establece un diálogo con el objeto que le permite experimentar con la voz, la suya y la del hinchable.

Ambas hablan, respiran, gruñen y se enzarzan en una partitura por hacer. La investigación sobre la relación de cuerpo y voz con una arquitectura que acaban por definir y enseñar unos gestos, unos movimientos y un estar, se centra aquí en reconocer aquellos elementos sonoros y vocales que se imprimen en nuestro cuerpo, revisitarlos, reinterpretarlos desde sus dos seres, uno que cede, se hunde, respinga, el otro que trata de hablarle, de compartir espacio, de responder con el mismo aire desde la voz. Estruch configura así un archivo sonoro corporal a través de un lenguaje que aprende, experimenta y transita desde los registros de sus voces.

Ana Guedes (Portugal, 1981) es una artista multidisciplinar que vive y trabaja en La Haya. Trabaja con sonido, video, instalación y performance y su investigación se centra en la «dialéctica del afinado» cuyo marco constituye su investigación sobre los hilos de la memoria con la intención de recrear instantes que evoquen la «presencia» a través de interpretaciones subjetivas. Guedes ha disfrutado recientemente de la residencia para artistas del Jan van Eyck Academie en Maastricht.

Laia Estruch (Barcelona, 1981) vive y trabaja en Barcelona. Es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y ha cursado parte de sus estudios en la universidad The Cooper Union for the Advancement of Science and Art (Nueva York, 2010). Sus proyectos analizan las posibilidades emotivas de la voz a capela y del cuerpo sin teatralizar, abriendo un espacio de reflexión en torno al carácter performativo del registro sonoro y el archivo oral. Ha presentado sus proyectos en el MACBA, Rita McBride’s Blind Fechas (Barcelona, 2012), Fabra y Coats, This is Not an Art Show, Either (Barcelona, 2012-13) y Fundación Antoni Tàpies, Intervalo, Acciones sonoras (Barcelona 2014-15) Ha disfrutado del programa Creadores En Residencia en los institutos de Barcelona con el Institut Juan Manuel Zafra de Barcelona (2017) y Residencia 2017 (La Casa Encendida y el CA2M), entre otros.