La cara oculta de la luna

Del 20 de octubre al 4 de febrero, en la 4ª planta de CentroCentro, con acceso gratuito


CentroCentro muestra La cara oculta de la luna
 

  • La exposición recorre la escena independiente de las artes visuales en Madrid desde 1980 hasta 2003, una de los momentos de mayor explosión creativa en la ciudad
     
  • Comisariada por Tomás Ruiz-Rivas, recoge la historia, hasta ahora no escrita, de más de una treintena de espacios alternativos y proyectos de experimentación
  • Presenta diez piezas emblemáticas de aquel momento, reactivadas por sus autores expresamente para la exposición

Madrid, 19-oct-’17

Hoy se inaugura en CentroCentro La cara oculta de la luna. Arte alternativo en el Madrid de los 90. Comisariada por Tomás Ruiz-Rivas, la exposición realiza un recorrido por la escena independiente de las artes visuales a lo largo de una de las décadas de mayor explosión creativa en la ciudad. A través de fotografías, vídeos, instalaciones y documentos originales, reunidos en primicia para CentroCentro, revisa lo que el comisario define como “ese ‘otro’ mundo del arte hecho por los artistas”, cuya historia discurre en paralelo a la historia escrita desde las instituciones oficiales.

“No existe ningún museo en Madrid que recoja nuestras historias. Por ello, hemos querido reunir por primera vez estas obras y ofrecer a propios y extraños la crónica de lo que hicimos, lo que fuimos, lo que vivimos; de lo que pasó en la cara oculta de la Luna de Madrid”, explica Ruiz-Rivas.

Se podrá ver en la planta 4 de CentroCentro, hasta el 4 de febrero, con entrada gratuita.

Arte alternativo en Madrid de 1980 a 2003

La cara oculta de la luna presenta en orden cronológico más de una treintena de proyectos de la escena independiente o auto-organizada. Arranca con Espacio P, precedente en los años 80 y lugar de referencia para la performance, el videoarte y la experimentación, y se adentra en la “sucesión imparable de espacios, festivales, ediciones y formatos de trabajo inclasiflicables” de los 90, “que han dado cauce a lo mejor de nuestro arte”, explica el comisario. “Los artistas de Madrid no disponíamos de espacios de exposición, recursos públicos ni diálogo con las instituciones y el mercado rechazaba las líneas de experimentación que todos queríamos desarrollar –performance, instalación, sitio específico, espacio público…–, por lo que inventamos nuestra propia institucionalidad”.

En una visión panorámica de cada proyecto, la exposición repasa nombres como Estrujenbank, primer espacio gestionado por artistas; El Ojo Atómico, primer espacio dedicado a instalaciones de sitio específico en España; o asociaciones históricas como Cruce, con cerca de un cuarto de siglo de recorrido. Revisa iniciativas que “ocuparon para el arte espacios que no son de arte”, como garajes (Garage Pemasa, El Almacén de la Nave), sótanos (Galería Valgamedios), pasajes subterráneos (Galería Mari Boom) o espacios en desuso (Establecimiento, Doméstico). Proyectos que vinculaban artes plásticas y escénicas (Poisson Soluble, Circo Interior Bruto), proyectos de performance y arte de acción (Revista Caminada, Public Art, Acción!MAD, FIARP),  de videoarte (Espacio P), o edición (Fast Food, El Perro, La Más Bella), todos impulsados por la innovación artística y comprometidos con la experimentación. El recorrido finaliza en 2003 con la organización del festival MAD.03, creado por AVAM (Artistas Visuales Asociados de Madrid), “un momento efímero de institucionalización de este otro mundo del arte de Madrid”, cuando una nueva generación de artistas iniciaba su propia andadura.

La exposición presenta, además, diez piezas emblemáticas de aquel momento, que han sido reactivadas por sus autores expresamente para la ocasión. Entre ellas: Cabina, de José Manuel Rodríguez de Córdoba para Poisson Soluble; A.68, de Darya von Berner para Doméstico; Acumulación de sucesiones de bandas de protección de doble onda, de Manuel Ludeña para El Ojo Atómico; Presupuesto 6 euros, una convocatoria de Cabello-Carceller para Off Limits o Indignadas de María María Acha-Kutscher para el Antimuseo.

Tomás Ruiz-Rivas (Madrid, 1962), comisario de la exposición, es escritor y artista visual. Es el fundador del Ojo Atómico, hoy Antimuseo. Su trabajo tiene dos centros de atención: la crítica institucional y el análisis de los conflictos del sistema artístico español. Como artista, Tom Lavin (su heterónimo) trabaja sobre la identidad española y la memoria histórica.

Proyectos presentes en la muestra

Acción!Mad, Antimuseo, Circo Interior Bruto, Cruce Arte y Pensamiento Contemporáneo, Doméstico, El Almazén de la Nave, El Ojo Atómico, El Perro, Espacio F, Espacio P, Establecimiento, Estrujenbank, Fast Food, FIARP, Galería Mari Boom, Galería Valgamedios, Garage Pemasa, La Hostia Fine Arts, La Más Bella, La Ternura, Legado Social, MAD.03, Off Limits, Poisson Soluble, Public Art, Red de Lavapiés, Revista Caminada, The Art Palace, Window 99, Zona de Acción Temporal.

Imágenes: http://bit.ly/2kY3Ygr