VANG#4. Esther Ferrer

Variaciones
Foto: Roberto Desiree Fernández
Foto: Roberto Desiree Fernández
24.01.2019

19:30 h

Auditorio

Entrada libre hasta completar aforo

Accesibilidad

Bucle magnético

Iconos de accesibilidad proporcionados por Teatro Accesible

Aunque habitualmente más vinculada al mundo de la performance o las artes plásticas, en la larga trayectoria de Esther Ferrer el sonido y la música han mostrado siempre un lugar especial. Desde sus inicios en el grupo Zaj hasta sus obras radiofónicas o piezas sonoras, la variación y permutación constante de elementos y materiales sonoros mínimos y cotidianos se constituye en uno de los indicativos fundamentales de toda su creación.

Su presencia en VANG , junto a un grupo de 50 performers, constituye uno de los momentos especiales de la temporada, así como una magnífica ocasión para (re)descubrir a la Esther Ferrer más sonora. 

Las risas del mundo  
Es más fácil hacer llorar que reír, una frase atribuida a Satie. Una pena teniendo en cuenta los múltiples beneficios que la risa nos aporta. Según dejó escrito Freud la risa “libera la energía negativa”, lo cual confirma lo que ya decía Galeno refiriéndose a la risa de Demócrito, que le ayudaba a expulsar la “bilis negra” la cual podía envenenarle la vida. Según los especialistas de la “risoterapia”: "La risa puede poner a nuestro organismo a trabajar contra la enfermedad, mejora el sistema inmunitario, es un buen remedio contra los problemas cardiacos, favorece la digestión, facilita la respiración, ayuda en casos de depresión, regula la tensión arterial, etc."; y hay incluso quienes afirman que puede ayudar a adelgazar al reactivar el sistema linfático, lo que  –aunque en principio puede dar risa– ya está muy bien, puede ser el régimen ideal, sin privaciones, ni efectos secundarios. La AHT (Asociación para el Humor Terapéutico y Aplicado) tiene un slogan maravilloso: El humor puede ser peligroso para su enfermedad.

Esther Ferrer

La performance Las risas del mundo formaba parte en origen de una instalación pensada para el número de la revista LÁPIZ dedicado a la risa y que se realizó por primera vez el año pasado en el Museo Guggenheim-Bilbao.

La coral del miedo 
Vivimos en la cultura del miedo, eficazmente instrumentalizada y alimentada por las instancias políticas, todas las tendencias confundidas, científicas, religiosas, los diferentes gurús, las técnicas de consumo y un etc. muy largo. Parecen haberse puesto de acuerdo en un lema: tienen que tener miedo”, a lo que sea pero miedo: al meteorito que va a caer de un momento a otro sobre  nuestro planeta, al sida, al terrorismo, a perder el móvil, a que te roben la cartera, a vacunar al niño a no vacunarlo, al terremoto, al maremoto, al avión, a las manifestaciones, a la bomba atómica, a los tigres de Bengala, aunque nos pillen un poco lejos, nunca se sabe. La lista es interminable. En consecuencia todos tenemos miedo, mejor dicho miedos en plural, los acumulamos y nos convertimos en seres perfectamente manipulables aspirantes  a una “seguridad” completamente hipotética. El  decírnoslo y el decirlo a lo mejor nos ayuda a perderlo.

Esther Ferrer