La antigua Sala de Batalla, el lugar donde se clasificaba la correspondencia, ha sido transformada en Salón del Pleno municipal, recuperando la escala original y su monumental arquitectura, seccionada durante años por una entramado metálico que dividía su altura en dos. Retorna, asimismo, a los valores lumínicos originales gracias a una nueva superficie de vidrio que permite la entrada regulada de luz.