Bestiario de Lengüitas. Mercedes Azpilicueta

- Bestiario de Lengüitas invita al visitante a adentrarse en una experiencia escénica a través de los sentidos, siguiendo un guion escrito por la propia artista

- Es resultado de un proyecto de investigación iniciado en 2017 en el que Azpilicueta combina estrategias visuales y teatrales para cuestionar las maneras en que habitamos este mundo

- La exposición está comisariada por Virginie Bobin

- El proyecto está producido en colaboración con Museion – Museum of Modern and Contemporary Art, Bolzano/Bozen (Italia), y CAC Brétigny (Francia), e itinerará a ambos centros tras su paso por Madrid

3 de octubre de 2019

Hoy se inaugura en CentroCentro Bestiario de Lengüitas, la primera exposición individual de gran formato en Europa de la artista argentina Mercedes Azpilicueta (Argentina, 1981). Comisariada por Virginie Bobin (Francia), la exposición es  resultado de un proyecto de investigación iniciado en 2017, en el que Azpilicueta combina estrategias visuales y teatrales para cuestionar las maneras en que habitamos este mundo.

El proyecto está producido en colaboración con Museion – Museum of Modern and Contemporary Art, Bolzano/Bozen (Italia), y CAC Brétigny (Francia), instituciones donde la exposición itinerará a lo largo de 2020. La exposición cuenta con la colaboración de Mondriaan Fonds.

Un teatro de los sentidos
Bestiario de Lengüitas es una invitación al visitante a adentrarse en una experiencia escénica a través del movimiento y de los sentidos, siguiendo un guion de una futura performance escrito por la propia artista. 

Las piezas mostradas invitan a un coro de personajes grotescos a habitar, de una manera estruendosa, el escenario de esa performance. Usando sistemas obsoletos de conocimiento, poemas neobarrosos, traducciones fallidas e ingredientes ambiguos, intentan con humor, una cualidad inherente a la mayoría de las obras de Mercedes Azpilicueta, mantener el caos y el exceso en un mundo que apela al orden, la eficiencia y la transparencia.

Los protagonistas clave son una Mala-mama, una hermana que vive en el limbo, una maestra del futuro, ángeles caídos y un coro de cadáveres; diversas figuras de la literatura y la historia del arte, como la serie de tapices medievales de La Dama y el Unicornio, la artista Lea Lublin o el poeta Néstor Perlongher, que han inspirado los escritos y dibujos de Mercedes; y una selección de plantas con propiedades tanto curativas como tóxicas, que viajaron a través del Atlántico para abrir canales de contaminación entre el viejo y el nuevo Mundo. Todos juegan al escondite a través de películas, dibujos, esculturas, tapices y bandas sonoras, concebidos, más que como obras de arte autónomas, como partituras, ensayos, decorados, sistemas encriptados de conocimiento o incluso personajes que van cambiando sus roles de forma constante.

Muchas de las piezas han sido fabricadas a través de técnicas “pobres”, artesanales o manuales, que tienden a asociarse a tareas domésticas de mujeres y a conocimientos subalternos como la costura, el bordado o el teñido. Los materiales son reciclados o naturales (látex, piel, seda, cera) y suman otra capa de historia(s) a los objetos, la de la circulación de los recursos y el conocimiento, a menudo adquiridos a través de la explotación violenta de personas y de la naturaleza.

Guion de una performance que aún no ha tenido lugar
El proyecto de investigación del que parte Bestiario de Lengüitas se puso en marcha en París en 2017, durante una residencia artística en Villa Vassilieff con la beca Pernod Ricard. Surge de los (re)encuentros de Mercedes Azpilicueta con la obra de la artista feminista y conceptual argentino-francesa Lea Lublin; con la serie de los enigmáticos tapices medievales La Dama y el Unicornio expuestos en el Musée de Cluny; la estética literaria del Neobarroso Rioplatense, especialmente los poemas del escritor y activista LGBT Nestor Perlongher; el reggaeton chileno; filósofas feministas de América latina y Suramérica; así como también con personajes imaginarios y vagabundos del inframundo.

Todos estos referentes fueron trasladados a un guion de una performance que aún no ha tenido lugar, que sirve de hilo narrativo para el proyecto y que explora temas como la dimensión política del deseo en relación con los afectos; el cuerpo biocultural, biodigital y biofísico; la cualidad afectiva del lenguaje; y la disidencia de género en un contexto estético.

El guion se ha ido construyendo a través de una serie de sesiones de trabajo con diversos colaboradores –artistas, artesanos, investigadores, diseñadores, bailarines, cantantes, así como grupos de estudiantes– en París, Buenos Aires y Madrid. En este proyecto los principales colaboradores y participantes son: Lucile Sauzet (vestuario), Ana Ausín (mobiliario) y Vanina Scolavino (diseño gráfico), así también como Laura Fernández Antolín (asistencia en producción), Federico García Monfort (sonido), Hélène Harder (vídeo), Julien Jassaud (programación y robótica), Emmanuelle Lafon (performance), Quiela Nuc (vídeo), Ana Roquero (investigación),  Pauline Simon (performance), Javier Villa (investigación y performance), Tiago Worm Tirone (sonido), estudiantes del Máster Projets Culturels et Artistiques and Scènes du Monde (Université Paris 8) y del Máster en Práctica Escénica y Cultura Visual (Universidad de Castilla-La Mancha y Museo Reina Sofía); y participantes de distintas escuelas corales de Madrid.

Mercedes Azpilicueta nació en La Plata en 1981. Trabaja actualmente en Ámsterdam y Buenos Aires. Su práctica implica procesos de investigación y producción que exploran las cualidades afectivas y la dimensión política del lenguaje y la voz. Considerándose a sí misma una “investigadora deshonesta”, Azpilicueta navega por múltiples referentes y campos de conocimiento, desde la historia del arte hasta la música popular, de la literatura a la cultura de calle, enamorándose de figuras y trayectorias disidentes – referentes feministas, queer, migrantes, exiliados– que invaden sus guiones, performances y videos. Incorporando al cuerpo con sus fallas y potenciales –su propio cuerpo, el de sus referentes y colaboradores, el de los espectadores, así como también los cuerpos idealizados–, Azpilicueta narra también su fragilidad, su capacidad de cuidado y de resistencia.

Licenciada en Artes Visuales en  la Universidad Nacional de las Artes (UNA) de Buenos Aires, en 2011 viajó a Holanda para realizar una maestría en el Dutch Art Institute/ArtEZ Hogeschool voor de Kunsten, en Arnhem. Fue artista residente en la Rijksakademie van de Beeldende Kunsten en Amsterdam en 2015-16 y, en 2017, recibió la beca Pernod Ricard/Villa Vassilieff en París. Tras varios proyectos y exposiciones en REDCAT Gallery (Los Ángeles, 2018), Villa Vassilieff (París, 2018), Museion (Bozen, 2018), MACBA (Barcelona, 2018), Centro de Arte Dos de Mayo (Madrid, 2017), en 2018 presentó su primera exposición individual en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. En 2019 ha recibido el Premio ARCO De la Comunidad de Madrid por su obra Artemisia Gentileschi: Judith decapitando a Holofernes, en Nogueras Blanchard, Madrid. Este año presentará una exposición individual en Van Abbemuseum, Eindhoven, en el marco de Positions #5, comisariada por Nick Aikens.

Imágenes:
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